OSHO Y LOS DERECHOS HUMANOS
Juan José Bocaranda E
“Osho”, gurú disidente a ultranza, nacido en
la India en 1931, no dejó fuera de su
actitud rebelde la cuestión de los derechos humanos. Independientemente de que
nos solidaricemos o no con sus opiniones, vale la pena conocerlas. En su libro
anota que “estamos
viviendo en una sociedad hipócrita. La gente que está en el poder –político,
religioso, social-, lo está porque la “Civilización” no ha ocurrido.
Superficialmente el hombre se ha civilizado, pero en las oscuras profundidades
del inconsciente, sigue siendo un bárbaro. Los que han estado durante miles de
años en el poder -sacerdotes, políticos, superricos- tienen todo el poder para
impedir la evolución humana. Y el mejor modo de impedirla es convencer al
hombre de que “Ya está civilizado- La Declaración Universal de las Naciones
Unidas sobre los Derechos Humanos, es la misma hipocresía .Hablan de los
derechos. Pero ¿por qué no hablan sobre los deberes? Porque no quieren darte
tus derechos humanos. Sin deberes, tan sólo puedes hablar de derechos, pero no los
tendrás en tus manos. Y los políticos que han hecho esta declaración no tienen
la menor noción sobre deberes. La gente que proclama estos Derechos Humanos,
¿qué autoridad tiene? Los políticos son
la causa de todas las guerras, de toda
clase de violencia que suceden en el mundo.
Los políticos
son muy, muy astutos. No quieren controversia; sólo dicen cosas que te gustan y
que les vayan a gustar a todos. No se preocupan por la situación actual y los
cambios que necesita. Su único esfuerzo es tratar de hacerte feliz mediante
falsas palabras. En ninguna parte del mundo se aplica ninguno de los derechos
básicos. Y se dice: si hay algún acto de
barbarie, “la Humanidad en pleno” sufre en su consciencia, siente el dolor, la
angustia. Pero esto es mentira. No veo que la Humanidad tenga ninguna
conciencia. En estos últimos cincuenta años hemos cometido más actos de
barbarie que en toda la historia del hombre. En diez mil años no hemos sido
capaces de cometer tantas barbaridades como hemos cometido en sólo cincuenta
años. Nos estamos volviendo cada vez más bárbaros; por supuesto con método y
estilo. Eso de que todos los seres humanos nacen libes, es una absoluta
tontería. Si todos los seres humanos nacen libres, deja a un niño en libertad:
morirá en veinticuatro horas. El hijo del hombre es la criatura más desamparada
del mundo. ¿Qué libertad puede tener? No puede caminar, no puede hablar, no
puede volar... La parte más sibilina de
la mentalidad de los políticos es proporcionarte la idea de que no necesitas
libertad. “No pidas libertad. Naces libre, todos los seres humanos nacen
libres”. Todos los seres humanos nacen totalmente desamparados y dependientes.
Liberarse les puede llevar años. E incluso millones de personas nunca llegan a
ser libres. Esta Declaración dice que nacen libres. Yo digo, millones de
personas mueren... y aún entonces no son libres. Y tú lo sabes por tu vida: no
eres libre.
¿Qué todos tienen el
derecho a la libertad de opinión y expresión? Esto no es cierto. El Parlamento de
la India ha incitado a la gente y a los periodistas indios a que no le concedan
ningún espacio a mis ideas. El gobierno americano ha presionado al gobierno
indio para que no permita a ningún periodista occidental hacerme una
entrevista. El gobierno americano ha estado haciendo dos cosas: diciendo a
todos los gobiernos de Europa y de Australia que deben prohibirme la residencia
en sus países, y que desde cualquier lugar debo ser enviado de vuelta a la
India. Así que todos los países de Europa han tramitado resoluciones en sus
Parlamentos para que no se me admita ni siquiera como turista por tres semanas.
La idea americana es que no sea permitida mi entrada en ningún país, que a
nadie que quiera verme o reunirse conmigo, le sea permitido venir a la India”.
No es de
extrañar que este personaje,
rebelde hasta la tumba, fuera objeto de persecuciones. Estuvo preso en Estados
Unidos, en cuyas cárceles fue
envenenado, lo que le causó la
muerte a la edad de 58 años. Dejó una herencia valiosa de pensamiento
trascendente, y miles de seguidores en todas las latitudes. Los enemigos pueden
destruir el cuerpo físico, pero el alma, jamás...
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