EL NO-VACÍO
El asunto comenzó
porque se me dijo de un lugar donde todo desaparece, hasta el propio lugar. Es
la nada.
Se trataba, pues, de
algo misterioso que llamaba poderosamente la atención, incluso la mía. Por eso
decidí viajar allí.
Apenas me acerqué
adonde se suponía estaba el lugar de la nada, desaparecí yo también.
Pero, a medida que
transcurría lo que yo suponía que era el tiempo, pude darme cuenta
---de que la nada es
un vacío relativo y sólo aparente, porque en todo caso lo llena la nada;
---de que la nada es
un modo de ser y por ello el ser de la nada niega el vacío;
---de que la nada es
un vacío intenso, tan intenso, que cristaliza en el no-vacío;
---de que la nada es
la verdadera realidad porque contiene las esencias de lo que jamás perece;
---de que, siendo
esencia el ser humano, en ese mundo
misterioso de la nada estamos tú y tú y tú, y yo también. Todos estamos allí,
aunque no lo sepamos
---de que el no
saberlo equivale a no estar, porque sólo se está cuando se tiene consciencia de
estar, lo que es una forma de ser, por lo que es necesario saberlo para poder
estar y poder conocer la nada, es decir, el todo, donde radica la esencia, no
la apariencia;
---de que, siendo el
mundo real el mundo de la nada, fuera de sus límites sólo existe el vacío.
Sin embargo, la gran
conclusión de todo esto es la siguiente: para que la Humanidad no permanezca en
el vacío, es indispensable que se esfuerce por salir del no ser, que es la
esclavitud, e ingrese al mundo de la nada, a menos que prefiera la apariencia,
la falsedad, el engaño. Pero, para lograr la libertad debe comenzar por
acrisolar la voluntad de ser. Porque sin la firmeza de la voluntad, todo deja
de ser.
Entre
paréntesis…permanezco recluido en este oscuro manicomio del no-ser. Aquí te
espero…