EL NO-VACÍO. CUENTOS DE LA TROJA DOS. JUAN JOSÉ BOCARANDA E.




EL NO-VACÍO
El asunto comenzó porque se me dijo de un lugar donde todo desaparece, hasta el propio lugar. Es la nada.
Se trataba, pues, de algo misterioso que llamaba poderosamente la atención, incluso la mía. Por eso decidí viajar allí.
Apenas me acerqué adonde se suponía estaba el lugar de la nada, desaparecí yo también.
Pero, a medida que transcurría lo que yo suponía que era el tiempo, pude darme cuenta
---de que la nada es un vacío relativo y sólo aparente, porque en todo caso lo llena la nada;
---de que la nada es un modo de ser y por ello el ser de la nada niega el vacío;
---de que la nada es un vacío intenso, tan intenso, que cristaliza en el no-vacío;
---de que la nada es la verdadera realidad porque contiene las esencias de lo que jamás perece;
---de que, siendo esencia el ser humano,  en ese mundo misterioso de la nada  estamos tú  y tú y tú, y yo también. Todos estamos allí, aunque no lo sepamos
---de que el no saberlo equivale a no estar, porque sólo se está cuando se tiene consciencia de estar, lo que es una forma de ser, por lo que es necesario saberlo para poder estar y poder conocer la nada, es decir, el todo, donde radica la esencia, no la apariencia;
---de que, siendo el mundo real el mundo de la nada, fuera de sus límites sólo existe el vacío.
Sin embargo, la gran conclusión de todo esto es la siguiente: para que la Humanidad no permanezca en el vacío, es indispensable que se esfuerce por salir del no ser, que es la esclavitud, e ingrese al mundo de la nada, a menos que prefiera la apariencia, la falsedad, el engaño. Pero, para lograr la libertad debe comenzar por acrisolar la voluntad de ser. Porque sin la firmeza de la voluntad, todo deja de ser.

Entre paréntesis…permanezco recluido en este oscuro manicomio del no-ser. Aquí te espero…