EL PROTEGIDO DE DIOS. CUENTOS DE LA TROJA DOS. JUAN JOSÉ BOCARANDA E




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EL PROTEGIDO DE DIOS

Cuando llegaron a la tierra egipcia, el Faraón, confiando en Abraham quien había presentado a Sara como hermana y no como esposa, se acostó con ella a sabiendas de Abraham.

Un hombre llamado Abraham, cuya esposa era de nombre Sara, fue escogido por Jehová, su dios, para ser cabeza de su nación.
Jehová lo colmó de bendiciones y le prometió tierra, poder y riquezas.
Un día, debido al hambre que azotaba la región, Abraham y su mujer   tuvieron que partir hacia Egipto para morar allá.  Cuando estaban por entrar en la tierra de Egipto, pensó Abraham que, siendo Sara  extremadamente hermosa, seguramente a él no le iría bien y lo matarían si decían que eran esposos. Por ello decidió se hicieran pasar como hermanos, pues sólo así podría irle bien a él y conservar la vida aun a costa de Sara.
Abraham, protegido de jehová, a cambio de su abominable complicidad recibió ovejas, vacas, asnos, siervos, asnas, camellos y sirvientas.
Jehová desató su ira contra el Faraón porque había tomado a Sara, yaciendo con ella, y le aplicó su justicia castigándolo a él y a su familia con numerosas enfermedades. En cambio, dejó impune a Abraham aunque había engañado al Faraón diciendo que Sara era su hermana.
Abraham y su familia fueron expulsados de Egipto, como era de esperarse.

Todos guardaron silencio. Los que asumieron el cuento como cuento de fe, quedaron abrumados por la sorpresa y el desencanto, pues se trataba de pecados que jamás hubiesen supuesto en un patriarca de aquella jerarquía.
Las arenas del desierto seguían allí, plateadas por la luz de la luna, que esa noche se mostraba especialmente brillante.