TRES ACTITUDES FRENTE A LA IUSÉTICA Juan José Bocaranda E





TRES ACTITUDES FRENTE A LA IUSÉTICA
Juan José Bocaranda E

La primera edición de nuestra obra IUS-ÉTICA, EL DERECHO DEL NUEVO MILENIO, salió a la luz en el año 2004. Hoy, a casi diecisiete años de esa fecha, nos abocamos a reflexionar respecto a los resultados de nuestros esfuerzos, y llegamos a estas conclusiones:
-Primera: que frente a la propuesta de la IUSÉTICA existen por lo menos tres actitudes
-Segunda: que, pese a todo, y aun cuando quedemos o permanezcamos solos, nos mantendremos en la línea de lucha hasta el final de nuestros días. Porque nos anima el convencimiento profundo de que, más temprano que tarde, el día oscuro (o la noche tenebrosa) cuando el Mundo se encuentre al borde la tumba, no quedará otra alternativa sino la de buscar como último y perentorio recurso para la salvación de los individuos, de las sociedades y  de la Humanidad, la conjunción real y plena de la Moral con el Derecho. Porque al paso que marca hoy la Humanidad, el destino será la extinción total, debido a la inconsciencia general de un ser humano narcotizado por la estupidez; de un montón de gobernantes corruptos, prepotentes, sordos y ciegos; de un funcionario que se cree dueño del erario público; y de unos ciudadanos que juran haber venido a este Mundo, simplemente, a gozar y divertirse...mientras todo se hunde en la podredumbre moral...
Son, pues, tales ideas las que justifican por sí solas nuestra dedicación y las que alimentan  nuestro propósito de vida hasta que ésta nos abandone...

Ahora bien, ¿cuáles son las actitudes que se observan respecto a la IUSÉTICA?
Las actitudes frente a la IUSÉTICA son, por lo menos, estas tres:
a)De indiferencia
b)De rechazo absoluto
c)De mofa ignorante.

Veamos:

Primera actitud: indiferencia.
La actitud de indiferencia frente a la IUSÉTICA, corresponde a las personas más cuantitativas que cualitativas, de espíritu superficial e intrascendente, que sólo buscan “vivir y dejar vivir”, sin ningún interés superior...
No vale la pena que nos detengamos en este nivel, deleznable por sí solo.

Segunda actitud: rechazo absoluto.
El rechazo absoluto de la IUSÉTICA pertenece a ciertos  profesionales del Derecho que, agobiados por el dogmatismo más recalcitrante, miran la propuesta iusética como un ultraje a la verdad. Como la violación demencial del santuario de la verdad jurídica,. Como un atentado contra el orden “natural” establecido por Dios quien, desde el día de la Creación, decidió, de una vez por todas, decretar la “separación” entre el Derecho y la Moral so pena de excomunión eterna.
En relación con esta actitud, cabe afirmar:
a)Que la relación entre el Derecho y la Moral  ha estado sometida al decurso de la evolución histórica desde los tiempos de las antiguas Grecia y Roma, hasta nuestros días, siglos a lo largo de los cuales la relación ha oscilado entre la confusión y la relación relativa, pasando por las etapas de una subordinación absoluta del Derecho a la Moral (Edad Media, Santo Tomás de Aquino) o de una separación radical (juspositivismo y formalismo de escuela de Viena). Por todo lo cual puede afirmarse que así como se han dado estas manifestaciones de la relación, nada impide que hoy se conjuguen en una sola y misma unidad, el Derecho y la Moral.   Porque todo cambia (panta rei, Heráclito), incluso el Derecho...
b)Que si los señores dogmáticos consideran que la IUSÉTICA abriga un error formidable y sacrílego, están en el deber de  combatirla, enfrentándola con argumentos sólidos que, viniendo de un dogmatismo a ultranza,  seguramente resultarán contundentes y demoledores, poniendo fin a un ultraje a la Juridicidad.
c)Que si los señores dogmáticos consideran que la IUSÉTICA constituye un error, deben dar la cara, en vez de ocultarse en las sombras de la ignorancia culpable, que recurre al silencio y al descrédito malicioso. La honradez moral les exige manifestar con sinceridad la posesión de una honradez intelectual a toda prueba.
Nosotros sugerimos a estos señores que nos reten  a un debate público (*) para confrontar el asunto y resolverlo. Estamos absolutamente seguros de que poseen argumentos más que suficientes para derrotar la IUSÉTICA. Debe servirles de aliciente el convencimiento profundo de que habrán de quedar con la dulce satisfacción de la victoria, si se tiene en cuenta la insignificancia del contrincante, fácil de derrotar en vista de su magna ignorancia y de su torpe osadía.
d)Que lo peor de todo, en esta actitud negativa, en esta ignorancia voluntaria, deliberada, expresa, privativa, culpable, radica en el hecho de que, entre quienes se oponen en forma casi inquisitorial, a la conjunción de la Moral con el Derecho, se encuentran algunos (¿o muchos?) sacerdotes católicos abogados y no abogados, lo cual constituye una contradicción formidable, radical. Porque, si dicen amar al prójimo por encima de todo, si dicen ser amantes de la Humanidad, si dicen rechazar el mal y amar el bien, deberían tener en cuenta, a)que el Derecho separado de la Moral causa más mal que bien, pues una justicia mal aplicada, cumplida a medias, equivale a una justicia totalmente negada, b)que, por el contrario, si la Moral entra  regir en forma directa y plena sobre el Derecho, surge la garantía moral del cumplimiento de las garantías jurídicas, si no se olvida que, al ser incorporada al Derecho y por el propio Derecho, la autoridad de la Ley Moral, ésta, (cuya expresión constitucional es el Principio Ético) cobra carácter jurídicamente obligatorio. Por lo que los funcionarios –raíz práctica del problema- deberían acatar la Moral como mandato jurídico, para bien de la sociedad y de la Humanidad toda.
Pero, no hay peor ciego que el que no quiere ver...Y se ve que hay ciegos voluntarios, y tanto y de tal grado de aberración, que prefieren extirparse los ojos pretendiendo extirpar con ello la verdad al mismo tiempo...

En fin, los señores ubicados en este segundo renglón, (es decir, en el renglón de quienes rechazan) deben asumir como un mandato moral  indeclinable, combatir la IUSÉTICA  a toda costa. De esta manera harían un gran favor a la Humanidad porque, evitando que el Derecho sea “contaminado” por la influencia nefasta de los principios morales y de los valores éticos, podrá mantenerse en el curso torcido de la falsedad y del engaño, con  resultados como los que el Planeta está padeciendo...Es decir, cerrando paso a la IUSÉTICA, se cierra paso a la Moral, y el Derecho torcido seguirá haciendo de las suyas, plácida posición que los arrebatará al séptimo cielo...
Pero...!ÓIGASE MUY BIEN! No pretendemos que la IUSÉTICA haya de ser aceptada. No. Llámesele como se le llame, lo que interesa es la SIMBIOSIS DE LA MORAL CON EL DERECHO para que el Mundo se  enderece...(si es que esto importa a ciertos sujetos)...

Tercera actitud: la mofa
Esta actitud está de parte de quienes, para acallar la conciencia y librarse de remordimientos, se apresuran a tildar de “utopía” la IUSÉTICA y de “loco” a su proponente.
Estos sujetos no tienen en cuenta (no quieren tener en cuenta) que una tesis, una proposición es “utópica” cuando luce absolutamente irrealizable. Pero, la IUSÉTICA es realizable. Sólo se requieren buena voluntad, buena disposición, consciencia de la necesidad de un cambio profundo en el Estado, en el Derecho  y en la sociedad, y consciencia, también, de que las cosas lucen muy mal, pésimamente mal, en el Mundo, como lo atestiguan los hechos.
La IUSÉTICA es realizable en la medida en que se admita el hecho histórico y real, de la recepción de la Moral por el Derecho, en forma inherente a la esencia de los Derechos Humanos. Para convencerse de ello es suficiente, a)Leer y reflexionar respecto al Preámbulo de la Proclamación de los Derechos Humanos por la ONU (12- diciembre- 1948) y b)enfatizar cómo los Derechos Humanos no son creación del Derecho sino producto de la Moral. La fundamentación o razón de ser del reconocimiento de los Derechos Humanos por la ONU, en aquella fecha memorable, es de naturaleza moral, no jurídica, pues se apoyó en una alternativa entre el bien y el mal, entre lo justo y lo injusto, y ello implica un juicio de naturaleza moral, no de Derecho, sea cual sea el ángulo por el que se le mire.
En síntesis, los Derechos Humanos surgieron “a pesar del Derecho”, si no se olvida que el Derecho había sido despojado de toda dignidad por el régimen nazi, contribuyendo a la perpetración de crímenes increíbles...Mal podía la Asamblea General de la ONU apelar a la autoridad de un Derecho enlodado, envilecido, que ya no daba más de sí, por lo que no quedó otra alternativa sino la de tener que recurrir a la Moral, pese a los señores ultrajuspositivistas, cuyo pensamiento –como el de Kelsen con su Teoría Pura del Derecho- sirvió de bandeja de plata para los fines abyectos del nacismo...Lo que significa que, quiérase o no, lo que se impone es el iusnaturalismo, si no de raíz teológica, sí de raíz racionalista, pues la luz de la razón alumbra, aunque muchos se cubran los ojos y se rasguen las vestiduras...

PARA FINALIZAR,  lo ya dicho:
nos mantendremos en la línea de fuego (ojalá el fuego fuese claro, franco, expreso, y no desde la mezquindad de las sombras).

(*) Que los señores adversarios, para rehuir al debate, no se oculten en el pretexto de que no se van a “rebajar” discutiendo con un “destitulado”, carente, por si esto fuese poco, de todo asomo de pedigrí intelectual, político, económico, cultural, etc....
Estoy lanzando el guante...!a ver quién es el valiente!

En la esquinita los espero...Vengan, que soy pan comido...

Y con Cicerón digo:
ET SI IN HOC ERRO, LIBENTER ERRO...