LA CLAVE IUS-ÈTICA DE HOY
En todo país y en todo sistema político-social, el funcionario constituye la médula de las
actuaciones del Estado. Porque al funcionario corresponde cumplir y hacer
cumplir las leyes. El ciudadano las acata en la medida en que los funcionarios
exijan y controlen el cumplimiento. Si las leyes no se cumplen, la
responsabilidad mayor no es del ciudadano que las quebranta, sino del
funcionario que no las hace cumplir, por negligencia, imprudencia, impericia o
corrupción.
Todo depende, pues,
del grado de conciencia del
funcionario.