LA INCIVILIZACIÒN Y LOS DERECHOS HUMANOS. Juan Josè Bocaranda E




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Aquì cabe de todo
LA INCIVILIZACIÒN Y LOS DERECHOS HUMANOS
Juan José Bocaranda E

 El tema de los derechos humanos no quedò fuera de la actitud rebelde del Gurù Osho, quien anota que “estamos viviendo en una sociedad hipócrita. La gente que está en el poder –político, religioso, social-, lo está porque la “Civilización” no ha ocurrido. Superficialmente el hombre se ha civilizado, pero en las oscuras profundidades del inconsciente, sigue siendo un bárbaro. Los que han estado durante miles de años en el poder -sacerdotes, políticos, superricos- tienen todo el poder para impedir la evolución humana. Y el mejor modo de impedirla es convencer al hombre de que “Ya está civilizado- La Declaración Universal de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos, es la misma hipocresía .Hablan de los derechos. Pero ¿por qué no hablan sobre los deberes? Porque no quieren darte tus derechos humanos. Sin deberes, tan sólo puedes hablar de derechos, pero no los tendrás en tus manos. Y los políticos que han hecho esta declaración no tienen la menor noción sobre deberes. La gente que proclama estos Derechos Humanos, ¿qué autoridad tiene? Los políticos  son la causa de todas las guerras,  de toda clase de violencia que suceden en el mundo.
Los políticos son muy, muy astutos. No quieren controversia; sólo dicen cosas que te gustan y que les vayan a gustar a todos. No se preocupan por la situación actual y los cambios que necesita. Su único esfuerzo es tratar de hacerte feliz mediante falsas palabras. En ninguna parte del mundo se aplica ninguno de los derechos básicos. Y se dice:  si hay algún acto de barbarie, “la Humanidad en pleno” sufre en su consciencia, siente el dolor, la angustia. Pero esto es mentira. No veo que la Humanidad tenga ninguna conciencia. En estos últimos cincuenta años hemos cometido más actos de barbarie que en toda la historia del hombre. En diez mil años no hemos sido capaces de cometer tantas barbaridades como hemos cometido en sólo cincuenta años. Nos estamos volviendo cada vez más bárbaros; por supuesto con método y estilo. Eso de que todos los seres humanos nacen libes, es una absoluta tontería. Si todos los seres humanos nacen libres, deja a un niño en libertad: morirá en veinticuatro horas. El hijo del hombre es la criatura más desamparada del mundo. ¿Qué libertad puede tener? No puede caminar, no puede hablar, no puede volar...  La parte más sibilina de la mentalidad de los políticos es proporcionarte la idea de que no necesitas libertad. “No pidas libertad. Naces libre, todos los seres humanos nacen libres”. Todos los seres humanos nacen totalmente desamparados y dependientes. Liberarse les puede llevar años. E incluso millones de personas nunca llegan a ser libres. Esta Declaración dice que nacen libres. Yo digo, millones de personas mueren... y aún entonces no son libres. Y tú lo sabes por tu vida: no eres libre.
 ¿Qué todos tienen el derecho a la libertad de opinión y expresión?  Esto no es cierto. El Parlamento de la India ha incitado a la gente y a los periodistas indios a que no le concedan ningún espacio a mis ideas. El gobierno americano ha presionado al gobierno indio para que no permita a ningún periodista occidental hacerme una entrevista. El gobierno americano ha estado haciendo dos cosas: diciendo a todos los gobiernos de Europa y de Australia que deben prohibirme la residencia en sus países, y que desde cualquier lugar debo ser enviado de vuelta a la India. Así que todos los países de Europa han tramitado resoluciones en sus Parlamentos para que no se me admita ni siquiera como turista por tres semanas. La idea americana es que no sea permitida mi entrada en ningún país, que a nadie que quiera verme o reunirse conmigo, le sea permitido venir a la India”.
No es de extrañar que este personaje, rebelde hasta la tumba, fuera objeto de persecuciones. Estuvo preso en Estados Unidos, en cuyas cárceles -dicen- fue  envenenado, lo que  le causó la muerte a la edad de 58 años. Dejó una herencia valiosa de pensamiento trascendente, y miles de seguidores en todas las latitudes. Los enemigos pueden destruir el cuerpo físico, pero el alma, jamás...