LA CLAVE IUS-ÈTICA DE HOY. LA REGENERACIÒN MORAL DEL
ESTADO
Juan Josè Bocaranda E
La Ética Pública no es asunto de mera buena voluntad y
de buenas intenciones. Algo así como abrir las ventanas para que penetre el
aire fresco y dé muerte a los microbios. No. Porque están de por medio los
intereses de la gente, y la mayoría de las veces los intereses más subalternos.
No olvidemos que el contrapeso más dramático de la Ética
Pública es el egoísmo, que amarra las consciencias aun a lo más deleznable.
Esta realidad se complica aun más cuando se pretende la
existencia de una sociedad ética en medio de un Estado inmoral, minado por la
corrupción e inficionado por los bajos intereses.
Por consiguiente, el punto de partida para el renacimiento de
la Ética Pública y, subsecuentemente, para el nacimiento de una Justicia social
auténtica, radica en la regeneración moral del Estado. Pero, no directamente
del Estado abstracto, sino del Estado de carne y huesos, es decir, de los
funcionarios.