"LAS FALSAS CIENCIAS". Juan Josè Bocaranda E



Prensa
"LAS FALSAS CIENCIAS”
Juan Josè Bocaranda E

Se cuestiona como “pseudociencias” a ciertas hipótesis de la física cuántica, a las ciencias sociales, al psicoanálisis, a la parapsicología, y a  la criptozoologìa, porque parece difícil aplicarles la rigurosidad científica que se aplica a otras disciplinas… Tratando de restarles  validez, los detractores recurren, ilógicamente,  a criterios y  parámetros de las ciencias físicas, aduciendo que aquèllas “carecen de consistencia, no aplican métodos científicos, son dogmàticas, no aportan pruebas empìricas, son inmutables y no buscan leyes naturales”…Ademàs –dicen-  “utilizan un lenguaje oscuro,  descalifican las crìticas e  invocan entes sobrenaturales”. Con estos “argumentos”,  niegan la medicina alternativa porque  “no se apoya en evidencias cientìficas”.

Pero, ¿què es lo que define en sus fundamentos las ciencias convencionales sino el principio de causalidad? Principio que parte de premisas derivadas de la realidad física, material, y que, por lo tanto, carece de cualidad para descalificar realidades superiores al mundo tangible. En otras palabras, se pretende reducir un orden superior, a los lìmites y parámetros de un orden inferior: los detractores pretenden que la suprarracionalidad se someta a la racionalidad. Olvidan que los fenómenos físicos operan en el plano físico y que la relación de causalidad física, parte de premisas físicas, cuya naturaleza no se corresponde con la naturaleza de las que, con evidente y torpe menosprecio, denominan “pseudociencias”.

 ¿Còmo explicar científicamente, por ejemplo, la sanación a distancia, cuando se trata de un fenómeno  que  està fuera del marco de la razón, algo  que no puede ser reducido al intelecto, como ocurre con la intuición, que nadie puede explicar, sino sòlo sentir ¡y utilizar!, pues funciona? La intuición –como la sanación a distancia- està,  “simplemente”, allì, y vale como una realidad pràctica aunque de naturaleza especial, superior.

 “Hay que entender –dice Osho- el hecho de que una realidad superior puede impregnar una realidad inferior, pero lo inferior no puede penetrar lo superior…A medida que te diriges hacia una realidad superior, tienes que abandonar el mundo inferior de sucesos. No hay explicación de lo superior en lo inferior porque allì no existen siquiera los términos de explicación, no tienen sentido”-

Asì, pues, la sanación a distancia no puede explicarse con términos propios de un mundo inferior. Ella  penetra hacia este mundo y “lo impregna”, y tanto, que abundan los testimonios de personas que han sido sanadas sin tan siquiera conocer al sanador y aun cuando medien entre enfermo y sanador miles de kilómetros.

Hay que advertir que  los sanadores no están en este mundo para hacer demostraciones cientìficas, ni para filosofar sobre las relaciones de causalidad del conocimiento que practican, ni para exponer encuestas de su labor. Tampoco pretenden ingresar a la Academia de Medicina. Mientras otros los atacan, sin saber de què hablan, ellos se mantienen en la línea de un servicio silencioso, desinteresado, raíz de su poder.


Mientras tanto, los que denigran de las “pseudociencias” sienten temblar las bases de su inflada sabiondez, bajo el “principio de incertidumbre” que, desde Heisenmberg (1925), constituye un parámetro fundamental de la física cuántica, sugiriendo a la física clásica, una “ventana” hacia un mundo superior lleno de interrogantes que un espíritu verdaderamente científico no debe negar sin conocer con actitudes apriorìsticas…